Backloggery

Buscar en este blog

2012/06/03

El mayor de los desafíos - Inazuma Eleven: La Película

Escribir es mi nuevo hobby. Y, caray, cuando me da por un hobby, puedo ser realmente irritante. Os lo digo por experiencia, eh, no os penséis que hablo por hablar. Voy a ahorrarme los cuentos de abuelo Batallitas y me limitaré a mencionar que los hobbies, tenerlos, los he tenido. No demasiados, que yo no soy tan interesante, pero, bueno, como diría mi padre, “haberlos, haylos”. Que de todos me llevo ratos geniales y amigos fieles es cosa conocida; que muchas de esas aficiones han caído en el más profundo olvido, también. En fin, soy un veleta y un inconstante, ¡ja! Pero supongo que, técnicamente, forma parte de mi encanto; aunque, como soy aburrido, predecible, absolutamente desagradable y ‘desatractivo’ a cuatro de los cinco sentidos, no creo que me gaste de eso, para empezar. Aunque tengo cualidades para ganarme un sillón en la RAE, porque me invento palabras. Chúpate ésa, diccionario; para la próxima, me traigo el látigo de nueve colas y te cagas en las bragas.

Carátula del DVD japonés de Inazuma Eleven: La Película.
Es ahora cuando el lector habitual de artículos de opinión se hace la siguiente pregunta: “¿¡Qué demonios trata de decirme este colgado con una parrafada sin sentido como ésa!?”. Amigo, amiga, desconocido de cualquier género, esa pregunta no tiene respuesta posible. Son estructuras meramente reflexivas, y cada uno es libre de interpretarlas como prefiera. Sin embargo, yo, que no soy ni un escritor experto ni cobro por aporrear el teclado de mi ordenador, me tomaré la libertad de desgranaros el significado de mi prosa, ya que yo no estoy obligado a haceros pensar, y menos en época de exámenes, que el cerebro empieza a reblandecerse en exceso y no nos da para razonar ni para ser creativos. La cosa va de lo siguiente: si escribir es mi nueva afición, la mancillaré vilmente y la explotaré hasta cogerle tirria, como ya me ha pasado con todo lo que he hecho hasta ahora: asco no les he cogido a mis antiguos hobbies, pero sí he dejado muchas cosas de lado, demasiadas. Dios quiera que siga dándole a la palabra escrita durante mucho tiempo, pero nunca se sabe lo que nos depara el futuro. Sólo espero que, escriba, dibuje, o haga lo que haga, la gente a la que he conocido y aprecio se quede a mi lado, tal y como lo está ahora. En otras palabras, gracias a todos.

Los tres personajes principales de la película. De izquierda a derecha, Baddap, Kanon y Endou.
¡Je! Se acabó la sensiblería, que os acostumbráis y luego me obligáis a ser cariñoso demasiado a menudo, y tampoco es plan. Volvamos a los temas realmente importantes, como, qué sé yo, ¡Inazuma Eleven! Gloria bendita, señores. Como ya sabréis todos (y si no lo sabéis, no estoy haciendo bien mi trabajo), la saga de Inazuma Eleven no se reduce a videojuegos y anime: mangas, música y películas, entre otros, también forman parte de este genial universo. Y, de hecho, hoy vengo a hablaros precisamente de la primera película que se estrenó acerca de tan maravillosa creación, cuyo título es Gekijouban Inazuma Eleven: Saikyou Gundan Ogre Shuurai (título que, por cierto, voy a añadir al diccionario de mi Word porque, sinceramente, preveo que me equivocaré muchas veces al escribirlo), que significa algo así como “El Ataque de la Armada Más Fuerte: Ogre”. Sin embargo, el título español se ha reducido a un simple y mucho más digerible Inazuma Eleven: La Película. La película en cuestión se estrenó a finales de 2010, acompañada por la tercera versión del tercer videojuego de la saga de Nintendo DS, “Inazuma Eleven 3 Sekai e no Chosen: The Ogre”; aunque, la verdad, la historia de la película poco tiene que ver con la del videojuego.