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2011/01/12

Oppai-peya - Golden Boy


Todo el mundo tiene una afición. Algunos iluminados tienen el don de descubrir sus hobbies ya desde muy jovencitos y los explotan al máximo desde el principio; otros, por el contrario, tardamos años en descubrir qué es lo que realmente nos gusta. Nunca sabes qué es lo que te depara el futuro, cómo cambiaréis tú y tus gustos, pero, en mi opinión, tampoco es un tema del que preocuparse. Hay que disfrutar y vivir cada afición como si fuese la primera y la última, y llevarse buenos recuerdos de ella. Eso es, para mí, disfrutar el momento.

Póster promocional de Golden Boy. Ya se ve por dónde van los tiros.
A día de hoy, yo me considero lo que muchos denominarían “friki”, aunque los que son como yo prefieren el término “otaku”. Llevo viendo anime toda la vida, pero, sinceramente, nunca había interiorizado el concepto de anime hasta que no vi Dragon Ball Z por enésima vez, ya algo más mayorcito. Por alguna razón que ahora mismo no recuerdo, me dio por investigar acerca del tema. Descubrí que, ¡oh, qué curioso!, estaba basado en un cómic japonés. “Interesante”, pensé. Pero ahí se quedó todo. Aunque, por lo menos, ya sabía de qué leches iba el tema y las palabras “anime” y “manga” no me sonaban a chino, sino a japonés. (Éste es oficialmente el primer chiste malo de mi blog. Bienvenidos a Soul Swallow.)

Primer plano de Kintarou Oe, nuestro protagonista, en uno de sus momentos de lucidez y normalidad...
Cuando realmente comencé a interesarme por el mundillo fue cuando en el canal de televisión español Cuatro comenzaron a emitir Naruto, aunque suene mucho a cliché. De nuevo, comprobé que procedía de un cómic japonés, y me dio por sumergirme más en el tema y ver de qué trataba todo aquello. Poco a poco, paso a paso, fui descubriendo más y más cosas acerca del manganime. Sin embargo, no me consideré otaku de verdad hasta que, por fin, superé mi escepticismo y comencé a ver anime por mi cuenta en vez de limitarme a buscarlo desesperadamente en la televisión.

...que, como pronto veremos, ni son abundantes ni duran demasiado.
Mi viejo amigo Costa fue quien me obligó a dejar de hacer el imbécil y ponerme a hacer el otaku en serio. Siguiendo sus recomendaciones, y tirando de streaming online, vi y disfruté como un enano de Death Note (en perfecto castellano, por supuesto). Tantísimo me gusto la experiencia que, aún a día de hoy, es uno de los animes que recuerdo con más cariño; entre otras cosas, porque fue el primero que vi de cabo a rabo por Internet, metiéndome entre pecho y espalda varios capítulos al día. Sin embargo, hay otro anime que guardo en un sitio muy especial dentro de mi memoria: el primer anime que vi por iniciativa propia. Mi primera apuesta, mi primer paso hacia una nueva parte de mí. Mi primer éxito. Golden Boy.

No estamos ante un anime que nos cuenta las desgracias que le pasan a un joven trabajador: algunas veces, aunque no sea abundante, también disfrutaremos viendo cómo la suerte le sonríe.
"Kintarou Oe, de 25 años, (¡APRENDOAPRENDOAPRENDO!) ha abandonado la Universidad de Derecho de Tokio (¡APRENDOAPRENDOAPRENDO!), pero sólo porque ha aprendido todo lo que la universidad le podía ofrecer (¡APRENDOAPRENDOAPRENDO!). Desde entonces, vuela de trabajar en trabajo con el objetivo de aprender en la escuela de la vida (¡APRENDOAPRENDOAPRENDO!). Recorre todo Japón en su fiel Mikasuki. No lo olvidéis (¡APRENDOAPRENDOAPRENDO!), en un día no muy lejano, este joven normal y corriente salvará a Japón... y al mundo entero."

Kintarou Oe es un curioso personaje casi esperpéntico al que se acaba cogiendo cariño aunque sea difícil identificarse con él.
Con esta premisa (bastante chocante, por cierto) se presenta al público este anime tan curioso llamado Golden Boy. Como ya supondréis, el protagonista es Kintarou Oe, un alumno brillante que terminó su carrera universitaria antes de tiempo y, aburrido de ello, se fue a ver mundo y a aprender por su cuenta sin siquiera graduarse. En este anime de 6 OVAs de duración, Kintarou viajará por todo Japón, encontrándose sumergido en atípicas situaciones, trabajando en multitud de lugares y, por supuesto, conociendo a espectaculares mujeres por el camino. Kintarou es muy inteligente, dedicado y trabajador, pero reconozcámoslo: es torpe, tiene un sexto sentido para meterse en líos y no sabe controlar sus revoltosas hormonas. Sus jefes tan pronto se enfadan con él como lo felicitan por su gran trabajo, y cabe destacar que sus jefes suelen ser esas féminas tan explosivas de las que os hablaba, lo cual vuelve loco al pobre Kintarou en más de un sentido.

El 50% del carisma de Golden Boy radica en las caras de Kintarou.
Golden Boy es una serie corta que puede verse en una tarde (o una mañana, en mi caso). Sin embargo, a pesar de su reducida duración, engancha, ya que rebosa humor por todos los poros y las reacciones de Kintarou hacen reír más de una vez. Los personajes cambian en cada capítulo, así que cada uno es una historia independiente y totalmente ajena al resto: el único factor común es el gusto de Oe por los retretes de las mujeres con las que se encuentra (xD). Aunque data del 96, Golden Boy se mantiene fresca y actual gracias a sus situaciones absurdas y en muchos casos subidas de tono, que le confieren un encanto atemporal.

Los momentos subidos de tono no sólo se limitan a planos como éstos.
Un factor ya menos atemporal es el multimedia, ése que tan y tan mal se me da comentar. De todos modos, es imposible no apreciar al ver Golden Boy que no se trata de una serie precisamente moderna: las animaciones lucen antiguas y, desde luego, no son tan resultonas como las que estamos acostumbrados a ver hoy en día ni de lejos; pero, a pesar de todo, los detalles están muy cuidados y se nota un esfuerzo especial en definir las demencialmente graciosas expresiones de Kintarou en cualquier tipo de situación o, por qué no decirlo, las diabólicas curvas de los cuerpos de las mujeres con las que nuestro protagonista se encuentra. Además, hay ciertas escenas que quizás no deberían ver vuestros hermanos pequeños. …A menos que queráis instruirles en el delicioso mundo de la perversión ya desde jovencitos, por supuesto.

El manga es "algo" más explícita que el anime.
Como suele ocurrirme, y más cuando era un inepto pipiolín recién estrenado en esto de ver anime, no me fijé demasiado en la banda sonora de la serie. Sin embargo, queriendo rememorar algunas de las sensaciones que Golden Boy produjo en mí, me dirigí a YouTube y busqué algunas de las melodías de la banda sonora. Y he de decir que, aunque no es asombrosa, sí que es muy agradable y combina muy bien con diferentes momentos del anime. Mención especial al opening, que nos hace creer que estamos ante un anime serio cuando lo más serio que nos vamos a encontrar es la dedicación con la que Kintarou monta en su Mikasuki (xD). Por cierto, mención especial al doblaje, que me encantó; especialmente la expresividad de la voz de Kintarou, que se adapta perfectamente a las diferentes situaciones que el pobre tiene que afrontar.

Opening de Golden Boy.

Golden Boy tiene la curiosa cualidad de la ambigüedad: su punto fuerte es, al mismo tiempo, su debilidad. Por un lado, como ya he dicho, la serie cuenta con un total de 6 OVAs que pueden verse tranquilamente una detrás de la otra en un solo día. Sin embargo, y aunque está claro que no es fácil inventar argumentos como los de la serie y que probablemente se vería muy forzada de ser más extensa, nos quedamos con muchas ganas de más (aunque el manga original consta de diez tomos, así que algo más de chicha sí que se le podría sacar). Kintarou es un obseso adorable del que uno nunca se cansa, y muchos daríamos lo que fuera por más momentos épicos como los que nos ofrecen los seis capítulos de los que consta Golden Boy.

Ending de Golden Boy.

Como final y opinión personal, diré que nos encontramos ante una serie excelente que, gracias a su brevedad, se puede ver de nuevo en cualquier momento y que deja un genial sabor de boca, sobre todo el final de los capítulos por razones que no voy a desvelar. Quizás influya en mi juicio, pero al ser el primer anime que vi descargado de Internet, le tengo un cariño especial. En conclusión, Golden Boy es un anime que, mientras os dure, al menos, os hará pasarlo como a críos y que, desde luego, merece la pena ver una vez en la vida. Las mejores esencias vienen en frascos pequeños, que se suele decir.

Ficha técnica:
Título: Golden Boy
 (ゴールデンボーイ)
Categoría: OVA - Animación manga
Género: Comedia, ecchi
Año: 1995
Duración: 25-30 mins. aprox. por capítulo
Guión: Hiroyuki Kitakubo
Estudio: Production I.G
País de origen: Japón 
En España: Sí

Lo mejor:
-Kintarou le da un toque de picardía (y perversión) a la serie que le viene muy, muy bien.
-El toque ecchi gustará a muchos.
-Un doblaje genial.

Lo peor:
-Quizás algunas escenas sean muy explícitas.
-Da la impresión de ser demasiado corta y nos deja con ganas de más. Aunque siempre nos queda el manga…

Nota global: 9
Bueno, éste ha sido mi primer artículo. Espero que se os haya hecho amena la lectura y que, si no la habéis visto ya, os haya picado la curiosidad y le deis una oportunidad a Golden Boy. Dejad vuestros comentarios si queréis, las críticas son siempre bienvenidas. :3c~

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